Sin (apenas) noticias de Tigray

Desde que enviamos nuestra última newsletter de julio, casi no hemos tenido noticias de nuestro equipo de colaboradores locales en Wukro. Tan solo una comunicación en el último mes, y la hemos recibido esta misma semana a través de Maider Arostegui, cooperante e integradora social que vivió las primeras semanas de la guerra civil en Tigray y que está en España desde hace meses. Maider recibió un mensaje de uno de nuestros colaboradores confirmando que se encuentra bien.

A finales del pasado mes de junio, el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF en sus siglas en inglés) tomó el control de la capital Tigray y el actual presidente etíope, Abiy Ahmed, decretó un falso “alto al fuego unilateral” a principios de julio. A priori, parecía que el conflicto bélico podría tener visos de tranquilizarse, pero nada más lejos de la realidad. Los asesinatos entre ambos bandos han persistido, los bancos están cerrados, el apagón informativo es casi total puesto que no hay comunicación a través de internet ni por teléfono, y escasea el agua, los alimentos, las medicinas, la gasolina o el suministro eléctrico. Tanto es así que hay jóvenes que se alistan al ejército porque es la única forma de poder asegurarse algo que llevarse a la boca, según fuentes locales. En definitiva, una crisis humanitaria sin precedentes en décadas que ha derivado en hambruna: según las Naciones Unidas (ONU), hay un bloqueo por parte del Gobierno para hacer llegar ayuda internacional.

Admito que estamos muy preocupados ante la falta de información sobre el estado de salud de nuestros colaboradores, así como de las familias y de los niños que tratamos en la clínica de fisioterapia de Wukro y que formamos en nuestras escuelas de deporte en la Misión Saint Mary. Tal y como hemos venido haciendo durante todo el año, las partidas económicas para ayudar en la compra de alimentos y manutención se han seguido enviando, pero al estar los bancos cerrados no sirve de nada porque no se puede sacar el dinero. Por este motivo, de momento paralizamos el envío de remesas hasta que nos aseguremos que llega el dinero correctamente y de forma segura.

A pesar de lo terrible y triste de la situación, Holystic ProÁfrica no deja de trabajar para obtener toda la financiación posible a través de eventos como el torneo ‘3 X3 de baloncesto solidario’, que organizamos hace unas semanas, o con la venta de entradas para la presentación del documental ‘El primer paso’, que tendrá lugar el próximo 13 de octubre en la localidad madrileña de Villanueva del Pardillo. De esta forma, seguimos recaudando para que, una vez que vuelvan a abrir los bancos, retomemos el envío de la ayuda económica. Un apoyo que va a ser más necesario que nunca porque puede salvar vidas y ayudar en la reconstrucción de la región.

*Pablo Llanes es fundador de Holystic ProÁfrica.

*La foto que abre el artículo nos la envió antes del verano uno de los colaboradores de Holystic ProÁfrica en Tigray.

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