A finales del mes de agosto, Rafael Llanes, miembro de Holystic ProÁfria, viajó a Wukro (Etiopía) para supervisar los proyectos de deporte y fisioterapia que desarrolla la ONG desde 2013. Era la primera vez que Rafael volvía a la localidad situada en la región de Tigray tras 2019, cuando una pandemia asoló el planeta e impidió viajar. Meses después, se desató una cruenta guerra civil en esta zona norteña de Etiopía que perduró hasta el alto al fuego decretado en noviembre de 2022.
“He visto bien el país y me he sentido seguro en todo momento. Sin embargo, la postguerra está muy presente y nadie se siente preparado todavía para hablar de ello. Ha debido ser terriblemente duro aunque ahora se empiezan a recuperar. Es un pueblo muy fuerte.”, dice Llanes, cuyo viaje coincidió con el Summer Together, una celebración del deporte como protagonista y que acogió Saint Mary Mission, donde reside el presidente de honor de la ONG, el padre Ángel Olaran.
Rafael Llanes, miembro de @Holysticpafrica, ha viajado a Wukro (Etiopía) para supervisar los proyectos de fisioterapia y deporte que ha retomado la ONG tras la guerra en #Tigray. pic.twitter.com/8ZugKG4Zxy
— Holystic ProÁfrica (@Holysticpafrica) August 28, 2024
El hermano de Rafael, Pablo Llanes, fundador de Holystic ProÁfrica, fue el primero de la ONG en volver a Wukro en enero de 2024. En aquel momento, la clínica de fisioterapia de Holystic ProÁfrica empezaba a funcionar de nuevo tras la inactividad causada por la guerra. Ahora podemos decir que llevamos más de un año tratando a niños con discapacidad a través de la fisioterapia pediátrica.
“En la clínica estamos haciendo cinco tratamientos diarios por fisioterapeuta y hay dos profesionales trabajando. Eso supone más de 2.000 tratamientos anuales. Hemos aprovechado para formarles en herramientas digitales para tener una mayor visibilidad de su trabajo”, cuenta Rafa. “Nos hemos dado cuenta que actualmente los niños de zonas rurales no pueden venir al hospital a tratarse [pueden tardar varias horas en llegar]. Así que vamos a empezar un nuevo servicio para que sean nuestros fisios los que se acerquen a ellos.”, adelanta.
En cuanto a las escuelas deportivas de tenis y baloncesto, siguen su curso y hay cientos de niños entrenando. Durante su viaje, Rafa Llanes pudo reunirse con la oficina de planificación urbanística de Wukro, así como con el alcalde, para hablar sobre las nuevas pistas de baloncesto y tenis ‘Yago Llanes’ que quedaron paralizadas por la guerra. “El proyecto se quedó en un 60% y lo estamos retomando. Hemos pedido ampliar el espacio y todo han sido facilidades. Se han volcado con nosotros con mucha ilusión, pasión y alegría. Esperamos empezar pronto las obras y empezar a entrenar en las nuevas canchas a principios del año que viene. Estamos deseando inaugurar la pista y enviarle las fotos a mi sobrino Yago. Es el “capitán” de nuestra ONG y será una ilusión compartida con todos los niños de Wukro”, dice Rafa Llanes.