A finales de julio, varios miembros del equipo de Holystic ProÁfrica viajan a Uganda desde España para supervisar el proyecto de baloncesto ‘Marisa Arranz’.
Entre los hitos del viaje, el principal será la inauguración de la cancha de baloncesto que se ha construido en el colegio Father Aloysius, situado en Bala (localidad del norte del país). La pista lleva el nombre de Marisa Arranz, voluntaria de Holystic ProÁfrica fallecida hace unos meses y principal impulsora de la escuela de baloncesto en Wukro (Etiopía).
Otro de los objetivos en Uganda consiste en la supervisión de las clases de baloncesto que se han ido introduciendo durante las sesiones de educación física en el colegio Father Aloysious y en la escuela Abogodero Girls, en Aboke (localidad también situada en el norte de Uganda).
Además, la intención de la ONG es acercarse al hospital de la zona (St. John XXIII Hospital Aber) para ofrecer una formación básica de fisioterapia con el fin de atender a pacientes que han sufrido accidentes postraumáticos. Muchas personas tardan hasta seis horas en llegar al hospital y el objetivo es que, una vez estén en el centro sanitario, aprovechen el trayecto para poder rehabilitarse.
Vuelta a Wukro tras la pandemia y la guerra civil etíope
Después del verano, miembros de Holystic ProÁfrica se desplazan desde España a Wukro, en Etiopía, por primera vez tras la pandemia y una guerra civil que ha asolado el norte del país africano desde noviembre de 2020 hasta el alto al fuego de noviembre de 2022.
El objetivo de este viaje es conocer la situación de posguerra en la localidad de Tigray -sobre todo, a nivel de seguridad, de cara al viaje de diciembre de este año en el que está previsto que vayan más miembros de la ONG, así como amigos de Holystic ProÁfrica-, así como supervisar los proyectos de fisioterapia pediátrica y deporte.
Desde hace unos meses, la ONG ha empezado a retomar sus proyectos de forma paulatina. Las escuelas de baloncesto y de tenis han reiniciado con fuerza sus entrenamientos en la misión Saint Mary: actualmente, 205 niños practican baloncesto y, 98, tenis.
En lo referente a la clínica de fisioterapia ubicada en el hospital de Wukro aún permanece cerrada. Se ha avanzado con un censo para calcular cuántos niños con discapacidad hay actualmente en la localidad de Tigray que pueden ser tratados, pero se está trabajando en el equipo local de fisioterapeutas y la coordinación entre Etiopía y España.