Los fondos de la campaña solidaria con los pueblos de Marruecos afectados por el terremoto llegan al Atlas en forma de placas solares

Luis García, de Fundación Acción GEODA, posa con las placas solares instaladas en Tufrin (Azizal).

El terremoto que azotó el pasado mes de septiembre el entorno de la cordillera del Atlas, en Marruecos, a unos 60 kilómetros al suroeste de Marrakech en dirección hacia la localidad costera de Agadir, causó miles de muertos y efectos destructivos de grandes dimensiones en diferentes poblaciones.  

Días después de la catástrofe natural, Holystic ProÁfrica lanzó una campaña de recaudación de fondos, a través de la Fundación Migranodearena, con el objetivo de colaborar en la reconstrucción de los pueblos damnificados por esta catástrofe natural.

En dos meses, se consiguieron 3.865 euros en donaciones. A esta cantidad, se sumaron otras aportaciones directas y el total recaudado fue de 5.000 euros.

Esta acción solidaria ha tomado forma gracias a la colaboración con la Fundación Acción Geoda, que está instalando un solar fotovoltaico en Tufrin, una población del Atlas marroquí ubicada en la provincia de Azizal. 

El terremoto dejó las casas prácticamente inhabitables y, aunque han empezado las labores de reconstrucción, no se prevé que estén reconstruidas hasta dentro de tres o cuatro años. Ahora, los habitantes de Tufrin viven en una especie de “iglús” creados para pasar estos meses hasta que vuelvan a sus casas. El problema que tienen es que no llega la suficiente electricidad, así que se tomó la decisión de instalar placas solares para obtener más electricidad para las zonas comunitarias. 

A futuro, cuando se hayan finalizado las tareas de reconstrucción, la energía producida gracias a este parque fotovoltaico seguirá destinada para uso público.

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