Actualmente vivimos momentos muy difíciles en Wukro, pequeña ciudad donde se encuentran la mayor parte de los proyectos de nuestra pequeña ONG. Desgraciadamente esta localización ha sido protagonista en las últimas semanas por ser uno de los puntos más calientes en la reciente guerra entre el ejército etíope y el FLPT (Frente de liberación popular del Tigray).
Como siempre en estos casos los más débiles son los que más sufren. Por esa razón estamos muy muy preocupados. Desconocemos el estado de salud y protección de nuestros niños y sus familias. Sabemos que existen grandes carencias por desabastecimiento de alimentos, agua y luz. Eso unido a la ausencia total de comunicaciones hace que nuestros temores crezcan según va pasando el tiempo.
El mayor de todos es el estado Maider Arostegi, cooperante vasca en paradero desconocido vinculada a nuestra ONG. Ella ya había comenzado a construir un aula de educación especial donde gran parte de los niños de nuestra clínica de fisioterapia iban a comenzar a escolarizarse. Sus primeros días en el cole se presentaban como algo muy emocionante que, por el momento, tendrá que esperar…
No sabemos cuándo podremos volver a pisar tierra etíope, hace ahora justo un año estábamos allí. Tampoco lo que nos vamos a encontrar, pero lo que es seguro es que nuestras prioridades no van a cambiar: ayudar a los niños con necesidades especiales. Quizás tengamos que plantearnos cambiar proyectos y dedicarnos a alimentar a los más necesitados, o reconstruir viviendas, o atender huérfanos… pero allí vamos a estar. Y necesitamos tu ayuda más que nunca, porque si una cosa tenemos clara en nuestra organización es que #juntossomosmasymejor