Miguel Silvestre, ciclista de élite, abandonó sus entrenamientos para ocuparse de la frutería familiar durante la pandemia del coronavirus, con el fin de que sus padres pudiesen protegerse durante el confinamiento. La frutería existe desde 1936.
El domingo 21 de junio, entregó 2.500 Kg de fruta solidaria, que fue repartida a seis comedores sociales y parroquias mediante ocho e-bikes conducidas por ciclistas.
Silvestre declaró a EFE que “Hemos dado fruta para dar de comer a entre cuatrocientas y quinientas familias durante la semana. Quería que fuera fruta porque mucha de esa gente recibe alimentos para comer, pero suelen ser no perecederos, y la fruta es fibra y es muy necesaria”.
El proyecto, apoyado por Freno al Ictus, Cris Cáncer, El Motor de tus pasos y Holystic Pro África, estuvo impulsado por un total de veinte ciclistas.
Silvestre contó con el apoyo de la plataforma «Where is the limit?» y Andbank que le otorgaron una beca de 2.000 euros para destinar a este proyectos solidario.
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